Presentación del Departamento Histórico del Club Atlético Temperley y Museo Celeste en la sede del Club.
Esta
noche iniciamos un camino, un sueño hecho realidad.
Se
presenta en sociedad el Departamento de Historia del
Club
Atlético Temperley y el Museo Celeste.
Un
espacio dedicado a preservar la memoria de todos los hinchas y simpatizantes
gasoleros, de los vecinos de Temperley y de los que participaron desde adentro
o alentaron desde afuera.
Una historia llena de matices: la fundación, la
elección de los colores, las primeras canchas y un interminable sendero de
alegrías y lágrimas. Porque el tiempo pretérito se alimentó de la gloria de los ascensos y el desconsuelo de los descensos, de jugar
en la primera división del fútbol argentino y de competir en la tercera
división, de cambios de nombre atentatorios de su identidad, del absurdo
asesinato de un joven presidente por un episodio menor que rozaba a la entidad,
de la fusión con un club de la zona para intervenir en los campeonatos de la
Asociación Amateurs Argentina de Foot-ball, del cese de la fusión al cabo de
algo más de tres años y anodinas campañas futbolísticas, de una tragedia en la
ruta que le costó la vida a dos futbolistas, del intento de soborno comprobado
a un jugador del primer equipo, de la quiebra institucional por una deuda
millonaria, del levantamiento de la quiebra, de la desaparición durante poco
más de dos años de los campeonatos de la Asociación del Fútbol Argentino, del
cese de actividades deportivas y sociales durante varios meses por decisión
judicial, de directivos buenos, regulares y malos.
Ser
guardianes de la historia y de su patrimonio no es poca cosa. Es una tarea
titánica emprendida cual templarios, guardando celosamente -como si fuesen el
Cáliz, el Manto o el Relicario- los testimonios de la historia celeste, los
cañonazos de Flores, el cabezazo de Agnolín, la gambeta de Diéguez, el señorío
de Berrud, la zurda de Diz, el sacrificio de Ayude, la cintura de Alejo, la
presencia de Aldirico, las atajadas de De Udaeta y del Cabezón Medina, la carrera de Corbalán, la fama olímpica de
Perduca, la rabona de Biondi, el corazón del Tano De Césare, la proyección de Agostinelli, el arranque de
Barrella, la dupla Katip-Bazán Vera, los goles de Tarabini, los del Doctor
Merlo, los de Vitulano, la chilena de Monteserin, los goles de Patti, los de
Aldape, la garra del Tonga Aguirre, el
oportunismo de Guaita, la entrega de Verón, la marca de Pepe Salas, la firmeza de Janín,
el vuelo de Hernandorena, la habilidad
del Nene Avila y del Chuky Orellana, el penal de Dabrowski,
el penal del Mudo Cassé, el
despliegue de Willy De Lucca y del Pájaro Carrizo, el auxilio de Tony Zinna, la gambeta de Lacava Schell,
el grito de Céspedes, la sapiencia de Magalhaes, el tiro libre de Di Bastiano, los
299 partidos de Fede Crivelli, los
293 del Corto Aguilar.
Y
porque no todo es fútbol, no faltará el boxeo con la técnica de Bolita Ochoa y los puños de Miguel Angel
Botta, el basquetbol con las andanzas de Palo
Metz y de Alberto Ribas y en taekwon do con la trayectoria de Andrea Mancuso.
Gracias
a las autoridades, a los medios y a todos los que a partir de hoy se sumarán a
este proyecto que es de todos los celestes y gasoleros.
Historia del Club Atlético Temperley. Marcelo Ventieri