viernes, 5 de mayo de 2023

Partidos celestes: Sp. Balcarce 0 Temperley 2

 De la pluma de Luis Tomassi, el primer historiador del Club, rescatamos esta nota publicada en 1995.

 

                                                Temperley 1928

De pie: Rizzo, Tasso, Ernesto Sosa, Isola, Dapena, Bottino y 

Cartagénova (DT y PF). Hincados: Salvetti, Fausto Lucarelli, 

Ravelo, Wettlin y Olivari.

 (La foto que ilustraba la nota no pertenece al partido descripto)

 

“El día domingo 29 de junio de 1930 se disputó un partido por el campeonato de ascenso a Primera División, en el field del club Sportivo Balcarce. Ese día sucedió de todo lo no imaginable, una crónica de terror. Los hechos sucedieron así.

 

Durante el desarrollo del partido preliminar, entre las intermedias de los clubes que debían dirimir supremacías después, se notó que los ánimos ya estaban caldeados. El público local, pensaba aportar su presión para que la victoria quedara en casa de cualquier manera, aún apelando a la violencia.

 

Y así lo hicieron. El juego excesivamente violento y los gritos entusiastas de los parciales de Sportivo Balcarce, ante toda acción brutal de sus favoritos, hacían presagiar para el final algo que los hechos se encargaron de superar. La situación adquirió contornos de verdadero acontecimiento policial. La primera incidencia se manifestó en que el conjunto de espectadores que alentaban a los locales, lo hacían en forma provocativa, como anunciando a los visitantes que su temeridad llegaría hasta adjudicarse la victoria, sin desestimar un desenlace sangriento, como en efecto sucedió. Fueron muchos los cruces de palabras que se produjeron entre los que bordeaban el field, siempre provocados por los adeptos a Sportivo Balcarce, que hacían gala de guapeza, respaldándose en su número superior y en las armas que lucían impunemente. Así continuaron las cosas “in crescendo” hasta que a los 15 minutos del segundo período, se produjo un escándalo mayúsculo que provocó la suspensión del partido y que llenó de heridos el campo de juego. Comenzó con la agresión al referí. El jugador Carrera incurrió en “hands” (mano), y el juez, cumpliendo con la misión de controlar el partido, cobró la infracción. Los once jugadores del equipo local -como si todo estuviera preparado- agredieron de hecho al árbitro y lograron provocarle algunas heridas. Encabezando la tropa agresora figuraba el half Numa, cuya actuación durante el match había sido ya incalificable.

 

La gran batalla

Entonces, los jugadores locales, luego de arremeter contra el referí, saltaron los alambrados que bordeaban el field, y después de armarse de hierros y palos en la casilla, al igual que muchos espectadores locales, comenzaron a ‘repartir leña’ contra los que no aprobaban los actos brutales comentados. Se produjeron verdaderos combates parciales, de donde sacaban siempre la peor parte los visitantes, ajenos a lo premeditado y en casa desconocida.

 

Muchos espectadores resultaron heridos a consecuencia de esta verdadera batalla campal mantenida entre fuerzas tan desiguales. Y algunos de ellos, acompañados de muchos otros partidarios de la institución del Sur, visitaron las crónicas de los diarios para dar fe a los relatos y para solicitar por su intermedio a las autoridades correspondientes, las sanciones que merecerían los agresores. Entre los heridos de mayor importancia figuraron A.Nugoli, G.Caggiano y J.Palacios; este último de alguna gravedad. Hasta tuvieron un potro en contra. Todo parecía estar perfectamente preparado para dar una verdadera paliza a los visitantes que se atrevieron a ganar.

 

Cuando el público de Temperley esperaba ya en la calle a sus parciales para que no quedaran abandonados a la venganza de semejantes perdedores, soltaron entre ellos a un potro bravo con una lata atada en la cola, con el objeto de sembrar pánico y ganar posiciones. Felizmente no tuvieron los resultados esperados, porque el mismo animal disparó asustado hacia otro lugar, sin producir victima alguna. Las crónicas de los periódicos de la época dan cuenta que había un sólo agente de policía en el field. Y cuando el escándalo finalizó, apareció otro”.

 

Los equipos formaron de la siguiente forma:

Sp.Balcarce : J.Argolo; R.Sturla y R.Milanesi; C.Numa, J.Morelli y R.García; P.Berdayes, S.Carreras,C.Heredia, O.Aguirre y L.Sarlenga.

Temperley : A.Isola; M.Ugarte y J.Tasso; F.Rizzo, M.Bottino y M.Dimeo; Remo Lucarelli, L.Ravelo, Fausto Lucarelli, E.Wettlin y A.Petrelli.

 

Temperley se impuso por 2 a 0.

Los goles: a los 18’ Enrique Wettlin de tiro libre cerca del área penal, que Aguirre intentó rechazar alojándola en la red. A los 11’ del complemento Alfredo Petrelli, tomando un rechazo de Numa, con jugada iniciada por Lucarelli.

 

“Parece que el destino une el año 1930 con la actual temporada (1995), si consideramos que el jugador Enrique Wettlin -Melena- cuya hermana estaba casada con el recordado Feliciano Perduca. Hoy un nieto nos honra con su prestancia y parece seguir sus pasos por la misma gramilla en que Wettlin deleitó con su maestría y sus fulminantes tiros. Se trata de Fernando Germán Cinto, que se inició en las inferiores celestes”.

 


Historia del Club Atlético Temperley. Marcelo Ventieri.

Departamento Histórico y Museo Celeste.

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